La Maroma (Málaga 2067 mts.)
Subida a La Maroma, el techo de Málaga, desde el cortijo de el Robledal Alto a 1100 mts de altitud, donde dejamos estacionado el coche en una explanada junto al arroyo. Para llegar al punto de salida tomamos como referencia la localidad de Alhama de Granada y, desde aquí, tomaremos la carretera de Zafarraya. Un poco antes de llegar a las Ventas, arribaremos al restaurante La Alcaicería del que sale a mano izquierda una carretera sin asfaltar que indica el comienzo del sendero. desde este punto al cortijo del Robledal son unos 5 kms. de pista en excelente estado.
Tomamos una pista con perfecta señalización que nos incida nuestro objetivo. Discurrimos por un frondoso bosque donde predominan las coníferas pero con manchas de robles, quejigos, etc. La pendiente es bastante llevadera y el ambiente es de absoluta tranquilidad aunque en este punto, las vistas no son muy amplias.
Pronto llegamos a un cruce, muy bien señalizado, que tomaremos a la izquierda siguiendo las señales.
Ahora la pista es un poco más tosca y la pendiente aumenta aunque sigue siendo muy llevadera.
El camino se convierte en sendero y comienza a ascender decididamente por la margen derecha del barranco de los Presillejos (izquierda según subimos). En alguna ocasión damos vista al barranco contiguo y podemos echar un vistado en un mirador señalizado que ofrece vistas al valle del Temple.
otra vez de vuelta al sendero tendremos siempre frente a nosotros el murallón norte de nuestra montaña.
El sendero se estrecha cada vez más pero la abundancia de hitos y otras señales nos hacen avanzar con confianza. Llegados al collado de Rojas, la pendiente nos da un respiro, incluso hay algún leve descenso para iniciar de nuevo una fuerte pendiente (ojo con la nieve y/o hielo) que nos depositará en una zona muy umbría en la que podemos observar un curioso bosquete de tejos, además de serbales, arces granadinos y otras especies vegetales que gustan de ambientes frescos.
El camino discurre bajo unos acantilados, llamados Salto del Caballo, que no ofrecen dificultad alguna pero que con nieve o hielo hay que pasar extremando la precaución.
Al fondo va quedando el barranco.
Tras algún que otro zig-zag del sendero, alcanzamos el collado de las Loberas a 1800 mts. de altitud.
El cartel en el collado marca claramente la dirección y la distancia que nos queda.
La vegetación se aferra a la vida en cualquier lugar con algo de tierra.
El Salto del Caballo con Sierra Nevada al fondo.
Este tramo es el más complicado porque la señalización desaparece pasado el bosquete de pinos que vemos en la llanura del centro de la foto. Una buena opción es seguir por la vaguada que se ve, preferiblemente por la derecha según subimos. Es una zona kárstica en la que podemos contemplar varios tejos que sobreviven en las grietas, protegidos por rudimentarias cercas metálicas.
La pendiente se suaviza, una vez rebasado por la izquierda, el primer espolón cimero.
Ahora volvemos a encontrar de nuevo el sendero marcado con profusión de hitos.
El sendero nos deposita fácilmente en la inmensa plataforma cimera en la que divisaremos al fondo en vértice geodésico.
Vértice geodésico. Los alrededores están repletos de "corralitos petreos".
Buzón junto al monolito.
Sierra Nevada al fondo.
El regreso lo haremos deshaciendo el camino por lo que no se nos escaparán los detalles que no vimos a la subida. Pude ver abundante ganado salvaje que no parecía inmutarse con mi presencia.
Como datos técnicos a tener en cuenta, diré que el desnivel es de 967 metros positivos en la subida y otros tantos en la bajada, que la visibilidad en la zona media y baja era mala (25-12-2011) y muy buena en la cima, con mar de nubes al sur y que el tiempo de subida que reza en el cartel de inicio es de 3h y 40 minutos, aunque se puede hacer en bastante menos. No hay agua en todo el camino y el viento es un factor muy a tener en cuenta. Épocas recomendadas para la ruta, todas salvo el verano. Las fotos no son de mucha calidad porque, además de no ser buen fotógrafo, mis carencias las suplía con una cámara que ahora está cadáver y estas las tomé con una compacta sencilla.
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