Torreón o Pinar, el techo de Cádiz (1648 mts.)
La Sierra de Grazalema es conocida por ser uno de los lugares de España donde más precipitaciones se registran, por el pinsapar pero quizás no lo sea tanto por albergar el techo de Cádiz. La ruta asciende El Torreón por su cara sur, mucho más amable que la desafiante y vertical norte que cuenta con algún paso bastante comprometido. Es una subida agradable pero muy constante, con un solo descansillo de pocos metros y mucha piedra suelta.
Nos desplazamos en coche hasta el kilómetro 44,5 de la carretera que une Grazalema con Benamahoma, donde se encuentra el aparcamiento del inicio del sendero (SL A-117).
Durante los meses de verano el sendero permanece cerrado por el peligro de incendio y para el resto del año es necesario obtener un permiso en el Centro de Visitantes de El Bosque. El permiso hemos de dejarlo visible a través del parabrisas del vehículo.
Al otro lado de la carretera tenemos el cartel de inicio del sendero que se encuentra perfectamente señalizado.
Meteo al inicio: Llovizna intermitente (como no podía ser de otra forma en Grazalema) con mucha nubosidad baja, brisa del sur y 14 º C.
El camino arranca entre las encinas de una pequeña dehesa y
rápidamente llegamos a una puerta que hemos de dejar cerrada.
Pasada la puerta, giramos a la izquierda y avanzamos unos pocos metros paralelos a ella y en descenso. Enseguida la senda se empina rodeada de rocas, chaparros, jaras, pinatos, madroños e incluso algún acebuche, además de otras especies de monte bajo. Pero por ahora ningún pinsapo. Supongo que en esta cara no los habrá.
La cuesta no es demasiado exigente pero gana altura con rapidez. El aparcamiento queda muy abajo pronto.
Algunos tramos empedrados.
Avanzando envueltos en una espesa vegetación.
En algún momento, la cúpula vegetal se aclara un poco y podemos ver hacia donde avanzamos.
El camino esta muy "usado", muestra evidente de la gran afluencia de personas que registra. Esta subida se ha convertido en una clásica del senderismo gaditano muy merecidamente. Lástima que hoy la visibilidad sea mala.
Algunas herraduras de la senda desde las que podemos ver, en la ladera, el Arroyo del Descansadero y ya muy abajo el cerro Albarracín.
Marcas abundantes en las rocas y con hitos de madera.
A medida que ascendemos, la vegetación se va reduciendo y aparecen espartos y especies rastreras.
Y el camino sigue ascendiendo sin tregua.
Esta individua no se inmuta con nuestra presencia.
Las rocas van ganando protagonismo en detrimento de la flora.
Enfilamos una especie de vallecete donde los cada vez más escasos chaparros se acantonan en el lecho del mismo.
Llegamos a una zona de depresiones o dolinas que se pasan por el centro y en las que había algo de barro.
Últimos chaparros y entramos en
Un auténtico caos pétreo.
Un poco más tarde el camino gira a la izquierda para trepar por estas rocas. Es posible que tengamos que usar una mano como apoyo en alguna ocasión pero sin mayores problemas.
Es el tramo más exigente del recorrido.
LLegamos poco después a la cima y para sorpresa nuestra, no hay mojón que señale el vértice geodésico. Tan solo queda un tetón metálico recibido con mortero que debió ser la base del mismo.
El abismo que se abre a nuestros pies es espectacular con el pinsapar al fondo.
Otra vista mas amplia con el Embalse de Zahara.
Mi mochila en lugar del vértice con el piramidal Cerro de San Cristóbal al fondo.
La crestería que une el Torreón con San Cristobal. Es una ruta muy habitual unir estos dos picos y luego bajar al Puerto del Boyar pero ese recorrido exige mucho tiempo.
Gran sensación de vacío.
Vista oeste desde la cima.
El pinsapar.
Embalse de Los Hurones.
Durante la subida y la bajada nos cruzamos con numerosos y variopintos grupos de senderistas. La mayoría eran gente de cierta edad, incluso de avanzada edad, parejas, treintaañeros e incluso un numeroso grupo de adolescentes (rara avis) pero el denominador común es que todos marchaban relajadísimos, disfrutando del monte y charlando con todo aquel con el que se cruzaban. Me encanta esta actitud. En la foto, un grupo subiendo por los riscos cerca de la cumbre. En definitiva, un sendero para disfrutar a tope de la naturaleza y encontrar gente que comparte ese disfrute. Muy recomendable.
Para la vuelta, desharemos el camino.
Grazalema.
Peñón Grande.
Fecha de realización: 25 de febrero de 2012.
Época recomendada: Todas excepto en verano.
Dificultad: Media.
Época recomendada: Todas excepto en verano.
Dificultad: Media.
Desnivel positivo/negativo: 780 mts.
Fuentes: No.
Señalización: Abundante.
Equipo: Media montaña.
Fuentes: No.
Señalización: Abundante.
Equipo: Media montaña.
Kms. ida: 3,3 kms. aprox.
Tiempos de paso (correspondientes a un paso normal con numerosas paradas):
Aparcamiento: 11:15
Dolinas: 12:31
Cima: 121:53
Regreso: 1 h 23 min.
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