El Valle de Prado Maguillo y Los Anchos lo conforman dos alineaciones montañosas bien diferentes. Por un lado la agreste y alta cuerda del Mosco y Calarejo y por el otro la suave y amable Loma del Mirandante. El hecho de tener mucha menos altitud y perfiles menos agresivos no impide que caminar por ella sea todo un deleite.
La leyenda serrana, transmitida de boca en boca, cuenta que en el cortijo de El Cerro fue hayado un tesoro de incalculable valor y que el hueco donde se encontraba la tinaja en la que estaba oculto es lo único que quedó del mismo cuando se corrió la voz por el valle. Otra de las leyendas de esta misteriosa zona es la "Mina del Cerro". Siempre hemos tenido ganas de localizarla pero nunca habíamos dado con ella. Pero en esta ocasión nos encontramos en los derruidos cortijos del Cerro con Francisco Aibar, descendiente de los dueños del cortijo y gran conocedor de la zona que, amablemente, nos guió hasta la susodicha mina.
Por lo demás es una ruta sencilla y tranquila, para dedicarle una mañana con total relajación y estar a mediodía de vuelta.
Estamos casi a mediados de junio y el aspecto del valle es impresionante, de un verdor explosivo.
Salimos de Prado Maguillo en dirección Los Anchos y junto a la última casa sale a la derecha el camino de La Morringa que tomaremos.
Al principio el camino transita entre tierras de labor y frutales por el paraje denominado La Talilla.
El camino asciende al principio con suavidad pero luego la pendiente se incrementa notablemente. Y ya estamos gozando de magníficas vistas del Mosco. "El Elefante".
Recorridos apenas 500 mts. de camino podemos asomarnos, por un desvío que sale a la izquierda, al mirador de la "Tiná la Torca".
"Tiná la Torca", Prado Maguillo, Morro los Corzos y El Calarejo (1712 mts.).
También vemos a la derecha El Caballo (1511 mts.), que alcanzaremos más tarde, y al fondo Cabeza Gorda.
Proseguimos nuestra ruta hasta el collado de "Prao Puerco" que en el mapa de Alpina figura como Prado Puerto. Tomaremos el desvío de la izquierda.
Aunque lleva bastante sin llover, la sierra se muestra exuberante.
Existe un viejo camino arriero sobre el que se construyo este carril. En alguna curva es perfectamente visible y podemos usarlo, ahorrándonos algunos pasos, aunque hoy la ruta no es exigente.
Llegando a la casa forestal del Bodegón.
La casa forestal, que se encuentra completamente arruinada, ha sido saqueada debido al abandono que esta y otras muchas han sufrido por parte de la administración. A principio de los 90, los tres edificios que la componen, se encontraban en muy buen estado y su mantenimiento no hubiese resultado demasiado costoso.
Edificio auxiliar.
Almacén. La casa forestal se ubica en una amplia plataforma con excelentes vistas. Sin duda un buen lugar para haberlo readaptado como refugio de montaña.
La construcción muestra, aun hoy y a pesar de la ruina, algunos detalles interesantes, como los restos del entramado de tablillas de la cubierta o la tabiquería interior de tochos de toba, de impresionante factura.
La casa contaba con instalación de agua, que era suministrada por una fuente (con alberca) situada a los pies del El Caballo, que abastecía al cuarto de baño, cocina y pilón.
En la explanada existen dos cerezos de impresionante porte.
A la izquierda de la casa arranca una vereda que se interna en el pinar en dirección oeste junto a la cual se aprecia la antigua acequia o zanja de traida de agua.
La senda se interna en el frondoso bosque, ascendiendo moderadamente.
Pasamos junto a los truferos del Bodegón.
Y tras superar un fuerte repecho, alcanzamos la divisoria en la que las veredas forman un Y. El ramal de la derecha es el antiguo Camino Real del Cerro y el de la izquierda alcanza El Caballo. Subiremos por este último.
Pocos centenares de metros nos separan de la cima pero la pendiente es muy fuerte.
Desembarcamos en la cumbre junto a un hito bien elaborado.
Existe una antigua caseta de vigilancia en mal estado de conservación
desde la que vemos cimas emblemáticas de este sector serrano. Calar de la Sima.
Espino.
Vista de la caseta.
Despeñaderos norte de El Caballo.
Y como no, el idílico "Prao la Raja", la propia Raja y el Cobo.
Otra vista, con Prado Maguillo y el calar.
Peña Rubia.
El Bodegón.
Prado Maguillo.
Abandonamos la caseta siguiendo la plataforma cimera en sentido suroeste pero más bien apegados a la vertiente de Los Anchos (izquierda).
A lo lejos vemos Piedra Dionisia y El Almorchón
y a nuestra derecha el Yelmo entre el pinar.
Poyo Alto nos vigila en todo momento con del barranco "los Jabalises" a sus pies.
La brecha de "La Raja" y lo de detrás no necesita presentación.
La extensa explanada somital está perfectamente arbolada por lo que la ruta es adecuada incluso en verano (por la mañana).
Hemos llegado al final de la cresta del Caballo y descendemos un poco para penetrar en un tupido y sombrío pinar, manteniendo el rumbo.
Nos observan.
Al pasar junto a esta zona de pinar en la que parece que ha estallado una bomba, hemos de ir escorándonos a la derecha, moderadamente
para alcanzar una vaguada hacia la que nos dirigiremos. Todo este tramo se hace sin sendero alguno aunque existe trochas ganaderas que facilitarán nuestra progresión.
Hemos de ir atentos para advertir una señal inequívoca que confirmará que nuestros pasos son correctos. Al otro lado de la vaguada, en un claro, están las ruinas y la era de uno de los cortijos del Cerro.
Bajaremos al lechos de la vaguada, pasando por una zona de rocas aterrazadas, por una senda, ahora sí, bien marcada.
Y ya estamos en el núcleo principal de la cortijada.
Todas las casas excepto esta, que incluso conserva parte de la cubierta, están completamente arruinadas.
Se corrió la voz hace pocos años que alguien había adquirido la cortijada para montar un centro de meditación "Zen" o algo por el estilo. Parece ser que solo era un rumor.
Cabeza Gorda y lejos a la izquierda el Picón del Galayo.
Abandonamos El Cerro en dirección noroeste, rebasando el arroyo próximo.
Y comenzamos a ascender la cara opuesta entre restos de bancales e internándonos de nuevo en el bosque.
Llegamos a una zona llana mucho más despejada de árboles
dando vistas a las cumbres de Hornos y Las Villas.
Giramos 90º a la derecha para avanzar por un prado sobre el cual discurre una sendilla que nos depositará en breves instantes
en La Mina del Mirandante.
La mina es una cráter de unos 15 mts. de diámetro cuyo centro está inundado y donde acuden los animales a revolcarse. Ni que decir tiene que las leyendas acerca de la mina son famosísimas en la zona. Parece ser que desde tiempos de los moros se extraía oro de este yacimiento e incluso después de la guerra se volvió a excavar aquí en busca de ... No sabemos la profundidad del agujero no como se mantiene el agua estado tan alto como está.
Leyendas aparte, la ubicación de la mina es excepcional, con unas vistas que quitan el hipo.
Pudiéndose ver, entre otras cimas, esta vieja conocida.
O esta otra.
Dejamos atrás la mina caminando por esta inmensa campa que hasta no hace tanto era terreno de cultivo.
Siempre con excelentes panorámicas.
Cabeza Gorda. A la izquierda Los Regajos y a la derecha La Umbría.
Justo cuando la campa se hace más amplia y llana, vemos a levante El Caballo y al fondo El Cobo, torcemos a la derecha siguiendo una sendilla relativamente bien marcada.
Y ya, de nuevo en el bosque, conectamos con el antiguo camino que desechamos antes de subir a la caseta de vigilancia. Solo nos queda seguirlo y bajar de nuevo al Bodegón.
Llegados al Bodegón y como no estamos nada fatigados, podemos seguir el sendero que baja a Los Anchos que también nos obsequiará con buenas vistas y buen verde. La senda sale del Bodegón en dirección sur, poco visible al principio pero evidente después.
Antigua era con Poyo Alto el Morro Los Sordos al fondo.
Alcanzando la aldea de Los Anchos. Ahora solo nos queda un breve trayecto de pista para regresar a Prado Maguillo.
Meteo: Despejado. Ligero viento. Temperatura a la salida 13 º C.
Fecha de realización 09 de junio de 2012. Época recomendada: Todas (en verano salir temprano). Dificultad: Baja. Fuentes: Arroyo del Cerro y Los Anchos. Señalización: Algunos hitos hasta El Caballo. Equipo: Media montaña.
Esta la guardo para cuando vaya por allí con nieve... tiene que ser muy disfrutón pasear por esos bosques, descubriendo antiguas cortijadas y visitando esa mina.
Estupendo reportaje acompañado de magníficas fotos. Desde luego la sierra está impresionante. Tendré que hacerme el ánimo y hacer una visita por esa zona que desconozco. Saludos. Gracias por mostrarnos estos lugares.
Magnífica ruta, como dice Jose Antonio me la guardo y pronto intentaré hacerla. las fotos y la descripción como siempre perfectas. Es un placer compartir la pasión por la zona con gente como tú.
Me ha encantado.
ResponderEliminarEsta la guardo para cuando vaya por allí con nieve... tiene que ser muy disfrutón pasear por esos bosques, descubriendo antiguas cortijadas y visitando esa mina.
Original y muy interesante.
Gracias por compartir.
Estupendo reportaje acompañado de magníficas fotos. Desde luego la sierra está impresionante. Tendré que hacerme el ánimo y hacer una visita por esa zona que desconozco.
ResponderEliminarSaludos. Gracias por mostrarnos estos lugares.
Hola Roque, estuvimos por allí en la 2ª visita a Prado Maguillo? He visto alguna foto que me sonaba mucho. Luego hablamos para el fin de semana vale?
ResponderEliminarMagnífica ruta, como dice Jose Antonio me la guardo y pronto intentaré hacerla. las fotos y la descripción como siempre perfectas.
ResponderEliminarEs un placer compartir la pasión por la zona con gente como tú.
Un saludo