miércoles, 26 de septiembre de 2012

Colosos de Segura.

El cicloturismo es una actividad que para nosotros resulta relajante, apasionante y que recompensa con creces el esfuerzo realizado. Mucha gente asocia la bicicleta de carretera con carreras, competición, etc. ,quizás por desconocimiento, quizás por desprecio, quién sabe. Si querido lector del blog, ha leído desprecio. La falta de respeto que la mayoría de los usuarios de las vías públicas muestran hacia los ciclistas alcanza extremos demenciales en nuestro país y rodar por nuestras carreteras supone asumir unos enormes riesgos para la integridad física del cicloturista. Por otro lado, parece que el ciclista de montaña está más integrado en el medio natural pero, en nuestra modesta opinión, nada más lejos de la realidad. La bici de montaña requiere de una concentración y atención que con las ruedas finas decrece considerablemente. Esto daría para una entrada nueva y lo dejaremos así hasta entonces.
Todas las cordilleras españolas cuentan con actividades de bicicleta de carretera que recorren puertos míticos y grandiosos paisajes. Quebrantahuesos y Larra-Larrau en Pirineos, Pedro Delgado en el Sistema Central o Degollaos en el Sistema Ibérico son algunos ejemplos de marchas que aportan una importante inyección económica a la zona al mismo tiempo que la promocionan enormemente. Del resto de Europa ni hablamos ya que, como de costumbre, nos llevan décadas de adelanto. La marcha cicloturista Catlike (Castilla-La Mancha) se ha adentrado en alguna ocasión en tierras de la Sierra de Segura jiennense ya que han valorado la belleza y dureza de nuestro territorio.
Así pues, proponemos un recorrido para la bici de ruedas finas, que también puede hacerse con ruedas gordas (bici de montaña), que colmará nuestra sed de montaña, alcanzando tres auténticos "colosos" serrasegureños (dos en subida y uno en bajada).

Amanece una fresca mañana de agosto y hoy cambiamos de "herramienta".

Bajando hacia la Venta de Rampias. La carreterilla es estrecha y en algunos sitios en mal estado, pero se baja bien si somos prudentes.

El tramo llano y umbrío de La Conquista está especialmente descarnado. Esta situación está siendo subsanada pues, pensamos que con gran acierto, Medio Ambiente esta acondicionando esta vía.

En la Venta de Rampias giramos a la izquierda en dirección La Toba.


La carretera es ahora algo más ancha, con un firme aceptable y es, mayoritariamente, cuesta abajo

pero con algún durísimo repecho. Con Piedra Dionisia al fondo.

Venta de Benito.

Hemos rebasado el cruce de Huelga Utrera y circulamos paralelos al río Segura. En la pared del fondo ya podemos ver el primer obstáculo serio del día.

Buitreras de La Toba. El tráfico es casi nulo.

Verano Azul. Nos encontramos con un grupo de ciclistas con bicis de paseo que disfrutan de este tramo llano. Al fondo el Puntal de La Carrasquilla.

Entrada a La Toba.

Superamos el puente sobre el río Segura e inmediatamente después torcemos a la derecha.

Y "comienza puerto". Los Escalones o Despiernacaballos es una pista que comunica La Toba con Santiago de la Espada. Hasta hace poco más de un año estaba sin asfaltar por lo que subir o bajar con un turismo era casi una osadía. Aquel que no dispusiera de un vehículo todo terreno debía dar un rodeo enorme para ir de un sitio a otro. El asfaltado ha supuesto un notable ahorro de tiempo, combustible, contaminación acústica, etc., además de no producirse polvo y tanto desgaste en los coches.

En cuanto a las reticencias que algunos muestran al asfaltado de pistas temiendo que se conviertan en la M-40 o algo así, como puede verse en las fotos, el tráfico es escaso, casi nulo. Circulamos al principio entre huertas y bancales con numerosos caducifolios y pinos.

Pero vamos con el puerto. Nada más empezar nos encontramos con rampas del 11% que así, de sopetón, no sientan nada bien. Los seis primeros kilómetros alternan duras rampas con breves llaneos e incluso algún descenso. Centrado en la foto en Barranco Agua del Buitre.

Y el arroyo homónimo.

Aunque los descansillos nos dan "vidilla", no conviene cebarse y más vale reservar. Un plato de 34 dientes con un 25 atrás es suficiente para "escalar" con solvencia este bellísimo puerto.

Ganamos altura con rapidez y pronto tenemos vistas privilegiadas del valle con La Toba y el Puntal de la Misa.

Formaciones turriculares en los Poyos de La Toba.

El río Segura realiza  un giro de radio descomunal para evitar el Calar del Pino. A lo lejos Cabeza Gorda.

Tramo al 13%. La velocidad de ascenso no es muy elevada que digamos.

Visualmente el puerto es sensacional.

Merece la pena detenerse en las herraduras de derechas para admirar el grandioso panorama.

El coeficiente de dureza que según el método de APM (Altimetría Despiernacaballos) se otorga a esta subida no refleja fielmente el esfuerzo realizado.

Ya en la parte alta tenemos un kilómetro entero al 11,1% de media que se hace realmente duro. La superficie se encuentra en excelente estado a pesar de que los desprendimientos son frecuentes y provocan algunos desperfectos en el alquitrán. El agarre y la tracción por lo tanto, excelentes.

También se disfruta de la fauna con las ruedas finas.

 Insertamos este par de fotos tomadas unos días después de realizar la ruta en las que se puede ver la parte más espectacular de la ascensión.


En la cota 1500 llaneamos un buen rato entre jóvenes pinatos para desembocar en el Monte del Calar de Gila donde divisaremos al borde del precipicio la caseta de vigilancia de La Campana.

Pero esto no ha acabado todavía. Aunque el último tramo es mucho más llevadero, tenemos que superar casi cien metros de desnivel hasta la cima.

Collado de Los Ruejos con las alejadas antenas de Los Puestos.

Cruce junto a la "Tiná de la Cañá". Giramos bruscamente a la derecha en dirección Pontones. A la izquierda bajaríamos a Santiago.

Pedaleando por Cañada Hermosa, todo un placer con una carretera con buen piso y poco tráfico.

Larga recta de Cañada Hermosa con la pirámide del Almorchón enfrente. Circulamos un buen trecho a unos 1600 mts. de altitud y el viento es un meteoro que puede castigarnos duramente, como en el día de hoy.

Iniciamos el descenso hacia Pontones. El excelente firme y la considerable cuesta deberían hacer que "volásemos" hacia el pueblo pero el viento en contra nos frena notablemente y no conseguimos pasar de esta velocidad.

Pontón Bajo.

A la salida del Pontón Bajo nos encontramos con un corto pero duro repecho que hará que nos piquen las piernas tras la relajación de la bajada. Piedra Horadada de Pontones.

Y de nuevo otro durísimo repecho abandonando el Pontón Alto.

Cruce de La Ballestera. La de la derecha es la carretera vieja. Nosotros seguimos de frente.

y afrontamos este vertiginoso descenso.

Esta carretera fue recientemente construida con el objeto de ahorrar tiempo para llegar a Pontones y Santiago. Nuestra modesta opinión es que era totalmente innecesario gastar 12 millones de euros para tan escuálido ahorro. Con ese dinero se hubiese acondicionado la carretera vieja, que posee un excelente firme y todavía habría sobrado mucho dinero para mejorar otras vías. Según rezaba el cartel de la obra, la actuación consistía en la "mejora de los viales existentes" pero el vial existente era solo un maltrecho y estrecho carril. La realidad es que se han hecho unos movimientos de tierras salvajes, los taludes de caen frecuentemente y la obra solo ha servido para abrir una tremenda cicatriz en este idílico valle. Para colmo de males, los vehículos pesados tienen que seguir circulando por la carretera antigua.

La Parrilla. Aquí llaneamos después del fuerte descenso.

Este puerto, que nosotros estamos bajando, es el tercer coloso de Segura y subirlo supone un tremendo esfuerzo con un coeficiente de 222 según APM (Altimetria Ballestera.). Cerca de Los Goldines.


Existen numeroso miradores y duros repechos como este de casi un kilómetro con porcentajes de 2 cifras.


Peña Amusgo y El Tranco.


Hornos de Segura y Cortijos Nuevos.

Tramo de fuerte pendiente (15%) y numerosas herraduras.

Hornos el viejo.
Tramo "pestosillo" con llaneo y repechones hasta llegar

a la exigente cuesta de la Escalera. Por aquí pasó una etapa de la Vuelta a España que finalizó en Villacarrillo y recordamos ver a los profesionales subiendo a duras penas esta rampa después de una tremenda etapa.

Tranco y Las Villas.

Arribando a Hornos. ¿Qué nos espera a la entrada del pueblo? Pues otra durísima rampa. Salimos de Hornos, cuesta abajo hasta el cruce de El Tranco, en dirección Cortijos Nuevos. Podría decirse que el siguiente coloso empieza en el citado cruce de El Tranco ya que es en marcada subida hasta Cortijos Nuevos.

Reponiendo fuerzas en Cortijos Nuevos.

Hacia el Ojuelo entre olivares con buena carretera, escaso tráfico y siempre picando hacia arriba. Nuestro objetivo lo tenemos enfrente. Yelmo 1809 mts.

Poblado de El Ojuelo.

La interminable y áspera recta que nos conduce a El Ojuelo. Desde este punto la pendiente es bastante constante y machacona. La travesía del Robledo nos obligará a ponernos de pie en más de una ocasión sobre nuestra montura.

Alcanzando el mirador de El Robledo. Puede apreciarse el duro trazado.

Podemos y debemos abastecernos de agua en esta fuente.

Pinos, carrascas, enebros, etc. escoltan nuestra progresión. El firme es algo rugoso pero aceptable para circular sin problemas con la bici de carretera.


Curiosa señalización kilométrica.

Cruce de El Campillo. Giramos a la izquierda como nos señala el cartel.

Un corto tramo de llano y poco a poco la carretera se empina hasta alcanzar dos dígitos de porcentaje.

Largos tramos rectos con mucha gravilla en el centro de la calzada.

Ya se ve cerca la cima. La pendiente va en aumento y ponemos el 25 detrás.

Entramos en el tremendo último kilómetro con rampas realmente exigentes.


Cima con el horrendo bosque de antenas que la afean considerablemente.

Vistas inmensas desde la caseta de vigilancia aunque hoy hay calina.

El descenso hay que tomárselo con calma. La fuerte pendiente y la abundancia de gravilla aconsejan ir despacio, de hecho el chico que conducía la moto que hemos visto, sufrió una aparatosa caída durante el descenso, afortunadamente sin consecuencias graves.

Tomamos dirección a la casa forestal del Campillo (ruinas) y vemos que el antiguo asfalto ha sido sustituido por una capa de zahorra. Esta es otra de las carreteras que va a ser reasfaltada en su totalidad.

Pero esta circunstancia no impide que continuemos con nuestra ruta. Alcanzaremos la casa forestal, giraremos a la derecha hasta la Cumbre de Hornos para descender a continuación hasta Río Madera.

Chopera de Río Madera. A partir de aquí tramos de sube y baja hasta la Venta de Rampias.

Puente en Prados de la Presa. Nos resta y kilómetro hasta Venta de Rampias y los casi 6 de subida hasta Prado Maguillo. Hemos de haber guardado algo de "gasolina" porque estos últimos kilómetros escuecen. Habremos completado un recorrido de 108 kilómetros con un desnivel acumulado de 2600 mts., palabras mayores. No debemos plantearnos sacar una velocidad media elevada o ponernos una hora de llegada porque el trazado no permite muchas alegrías pero el disfrute es máximo.




Meteo: Despejado.  Ligero viento. Temperatura a la salida 19 º C.
Fecha de realización 17 de agosto de 2012.
Época recomendada: Todas. En verano salir al amanecer y en invierno la nieve puede hacer acto de presencia.
Dificultad: Alta.
Fuentes: No nos faltará agua.
Kilómetros: 108
Ruta circular: Si.
Desnivel acumulado: 2600 mts. aprox.
Ciclabilidad: 100 %
Tiempo de pedaleo: 4 h.47 min.
Tiempo total empleado: 5 h. 34 min.

Seguidores