sábado, 8 de septiembre de 2012

Larra-Larrau 2012

La cordillera pirenaica posee, sobre todo en el lado francés, una red de deliciosas carreteras secundarias que son una tentación para cualquier cicloturista, eso sí, en buena condición física.
Cada año, el primer sábado de septiembre, los amantes del cicloturismo estamos llamados a participar en un fenomenal evento para el que debemos habernos inscrito con bastante tiempo de antelación o de lo contrario, podemos quedarnos fuera.
Nos desplazamos hasta la bella localidad navarra de Isaba desde la que parte la Marcha Cicloturista Internacional Larra-Larrau que este año celebra su 19ª edición y que cuenta como participante al gran Miguel Indurain.
Vamos a dejar llevarnos por nuestras sensaciones para describir emociones, cansancio, dolor, satisfacción, unos paisajes apabullantes, de verdor exuberante y una climatología caprichosa. Los demás datos pueden encontrarse en:  http://www.larra-larrau.com/es/informacion/presentacion.php




La apacible localidad roncalesa de Isaba vive una auténtica convulsión el primer fin de semana de septiembre. Con apenas 500 habitantes, se ve desbordada por los 1000 participantes de la marcha que, junto con sus acompañantes, aportan una importante inyección económica al pueblo.

Las instalaciones deportivas de Isaba son algo fuera de lo común. La recepción de participantes y entrega de dorsales, chips, etc. se realiza en el espectacular frontón.

Aquí no hay masificación, no hay colas, todo está perfectamente organizado, el pueblo entero se vuelca con el evento y el ambiente, totalmente familiar, es tranquilo, amable, puro.
Existen algunas marchas "cicloturistas" que utilizan este calificativo solo a nivel legal cuando en verdad son auténticas carreras disfrazadas de marcha. Es verdad que el mecanismo utilizado en esta    marcha es el mismo que en otras pero, el reducido número de participantes, el entorno y sobre todo, la dureza del recorrido, hacen que el simple hecho de finalizarla suponga una enorme recompensa, sobre todo si hemos sido capaces de retener en nuestra memoria los bellos paisajes por los que se pedalea.
Aquí todo el mundo sabe a lo que viene, incluso aquellos que participan por primera vez. Aquí no vale esconderse, no vale ir a rueda, no valen estratagemas ni picarescas, aquí dependes de ti mismo y la cuestión, al contrario que en otras pruebas, no es el tiempo que harás (eso es secundario) sino si serás capar de terminar.

No hay que madrugar. La salida de la prueba larga es a las 9 de la mañana y con levantarse a la 8, da tiempo para desayunar y prepararse. Hoy el tiempo está raro. Sopla viento fuerte del norte y la temperatura en Isaba a las 8,45 h. es de 10ºC. Dudamos muchísimo sobre el tema de la ropa y finalmente nos decantamos por indumentaria de verano con abrigo de quita y pon para brazos y tronco.

Nos acercamos relajadamente al "corralito" donde se concentra el personal para tomar la salida.

El alcalde nos dedica unas amables palabras y apela a nuestro sentido común para tomarnos las cosas con calma. En otras marchas las "secreciones de testosterona" casi no te dejan estar, hay codazos, empujones, mal rollo. Aquí puedes ponerte donde quieras, no hay prisa, el recorrido es el que te sitúa.

Salida y, como no podría ser de otra forma, cuesta arriba.

La mañana es desapacible aunque luce el sol.

Saliendo de Isaba.

La carretera nos interna en el valle de Roncal siempre picando hacia arriba. Hoy la velocidad es alta y enseguida nos quedamos cortados al tirar la foto.

Tratamos de incorporarnos al pelotón pero...

a la altura de una conocida instalación ganadera, el tren se nos escapa definitivamente.

Comienza puerto.

Podría pensarse que la subida a la Piedra de San Martín es un puerto de trámite pero, nada más lejos de la realidad. Es un puerto largo, pesado, duro y tan espectacular como bello. Casi mil metros de desnivel desde Isaba.

Tras la efusividad inicial, el grupo va perdiendo unidades que vamos recogiendo en nuestro avance. Esto no ha hecho más que empezar y ya hay gente pasándolo mal, incluidos nosotros.

Espectaculares vistas del valle durante la ascensión.

Tramo de descanso en la parte media-alta del puerto pasado el Portillo de Eraice. Nos hemos acoplado en un grupo majo.

Salida del túnel encajonados en una estrecha trinchera.

Y de nuevo hacia arriba aunque ahora la pendiente es más llevadera.

Llegando a la curva helicoidal con gente animando en el puente.

Alcanzando la cima con el puntiagudo Pic D'Anie de fondo.

Formaciones kársticas típicas de la zona. Hace frío, mucho frío y el viento azota con fuerza.

Alcanzando el Portillo de Ernaz (o de la Piedra de San Martín) donde se celebra cada 13 de julio el Tributo de las Tres Vacas, considerado el tratado mas antiguo de Europa. Más en: http://es.wikipedia.org/wiki/Tributo_de_las_Tres_Vacas

Altimetría de Piedra de San Martín: http://www.altimetrias.net/aspbk/verPuerto.asp?id=476
Comienza el descenso ya en territorio francés. El termómetro marca 3º C.

Pasando junto a la estación de esquí de Arette-La Pierre Saint Martin. Equipados con guantes de verano, las puntas de los dedos empiezan a padecer de lo lindo.

Algún repecho hay que superar, todavía en la parte alta del descenso.

A partir de este punto comienza el vertiginoso descenso. La carretera es algo más estrecha que en el lado español pero con buen firme. El verdor, inmenso.

Hay que tener mucho cuidado en este descenso. El piso suele tener humedad y bajamos por rectas largas con mucha pendiente que tienen por costumbre acabar en una cerrada curva. Superar los 80 km/h. casi sin dar pedales es fácil.

Atravesando la florida y apacible localidad de Arette.

Hora de comer algo y de beber aprovechando unos kilómetros de llano.

Paisaje perfecto por carretera perfecta y tráfico nulo (no hay que olvidar que esto no es una carrera y el tráfico está abierto).

Tomamos el desvío hacia Issarbe y el piso empeora notablemente.

Circulamos a muy baja cota (el lado francés está a mucha menos altitud que el español) y a pesar de que la mañana está avanzada, la escasa ropa de abrigo no sobra.

Los grupos que hemos pedaleado compartía una característica común: se habla poco, muy poco y el personal tiene un rictus que mosquea. Se ha formado este grupillo en el llano y llevamos a un nutrido número de moscones "chupando" un poco pero esto dura breves instantes ya que de inmediato nos topamos con

la terrible primera rampa de Issarbe, un puertaco durísimo que hay que tomarse con calma.

Sálvese el que pueda. A algunos, después del descenso y el tramos de llano, parece que no les duelen las piernas.¿Serán fuegos de artificio?

Reguero o "rastrojo" de personal, que se las  apaña como puede. Hay que guardar fuerzas  y mucho para lo que vendrá más adelante.

Subiendo Issarbe, control de chips "sorpresa".

Frondosos hayedos escoltan nuestro lento avance. Un caudaloso arroyo desciende paralelo a la carretera y su sonido nos anima.

Los valles son realmente profundos en Francia y según ganamos altura divisamos grandes espacios.

Pero el puerto no desiste. Es muy constante, demoledor, no da tregua, un puerto de los que nos gustan. No te puedes cebar mucho con él si no quieres sucumbir en Larrau.

Parte alta del puerto. Aquí la penndiente suaviza a una media mas "humana" del 8%.

Acercándonos al avituallamiento de Issarbe. Magnífica atención de los voluntarios que se afanan por ayudarnos al máximo aunque las vituallas solo merecen un suficiente, con una bebida isotónica que sabe a rayos.


Altimetría de Issarbe: http://www.altimetrias.net/aspbk/verPerfilusu.asp?id=240
Comienza el descenso del puerto. Vamos sudando como osos y en la cuesta arriba ya teníamos frío. Nos subimos los manguitos y como dicen en nuestro pueblo: "sa lo que Dios quiera".
El descenso de Issarbe es muy muy peligroso. Carretera estrecha, bacheada, "botosa", con gravilla suelta pero sobre todo con una pendiente cafre que hace que la "burra" se desboque continuamente. Como bien decía uno de nuestro compañeros, al frenar en las curvas parece que te sales por encima del manillar. Mejor tomárselo con calma. Algunos "Patxis" (apelativo cariñoso y en absoluto peyorativo) bajan como auténticos misiles y nosotros no tomaremos más fotos hasta el llano.

De nuevo en el corto tramo de aproximación al "ogro", nos vemos más solos que la una. Es lo peor que te puede pasar. Pero de repente aparecen de la nada estos gentiles caballeros y

pedaleamos más o menos juntos al mismo tiempo que reponemos fuerzas.

A lo lejos vemos a otro y vamos en su busca.

Ya somos cuatro. Nos aproximamos, con un cristalino río a nuestra izquierda, al protagonista de la jornada. Cuando se habla de  puertos de los pirineos, vienen a nuestra mente el Aubisque, Tourmalet, Marie Blanque, Peyresourde, etc. Todos ellos palidecen ante el rey de los pirineos. Larrau es un puerto agónico, trazado por algún retorcido personaje porque cuenta con más de 8 km. con pendientes superiores al 10%, !de media¡. Hay subidas como el Angliru o el recientemente coronado por la Vuelta "Cuitu Negru" que tienen rampas más duras pero no son puertos de paso, la carretera termina en la cima.
La primera vez que subimos Larrau nos dábamos crédito a lo que estábamos viendo. En un momento el tremendo sufrimiento se mezclaba con unas incontenibles ganas de reir ya que parecía una broma, una broma vertical que posee un coeficiente de esfuerzo de 380 (según APM), bestial.

El arranque del puerto se realiza sin más contemplaciones. Pendiente al 10% constante.

Y de nuevo la soledad. Este compañero de cuarteto se ha adelantado unos metros pero va atrancadísimo. Sube con el tercer piñón, supongo que un 23, y pronto caerá cual manzana newtoniana.

Escarpadas montañas frente a los campos de Larrau.

Cerca del pueblo.



Inmaculado pueblo de Larrau, ubicado en un paraje de ensueño.

Avituallamiento de Larrau. Es obligado parar y aunque hace bastante fresco, hay que beber, comer, hacer pis, y tomar aire.

Dejamos Larrau.

A partir de ahora, supervivencia pura y dura.

Es el puerto el que te pone el ritmo y no al contrario.

Atrevido participante con bici de paseo y un solo plato (muy pequeño).

Esta durísima recta debe rondar el 15% y finaliza en una curva a izquierdas en la que parece que la cosa da un respiro. Craso error.

Larrau queda rápidamente muy abajo y observamos el espectacular trazado de la carretera.


Zetas "imposibles".


Estando en buena forma un 34X27 es suficiente para superar esta marcha con cierta solvencia (hablando de cincuentones claro).

Aunque aquí gente de menos de 25 años se ven pocos, pocos incluidas mujeres, como esta participante que realizó una soberbia marcha.

En estas rampas Bjarne Riis arrebató a Indurain definitivamente el Tour del 96 tras la debacle de Les Arcs.

Tirando de "riñones" o de lo que sea para superar la cuesta.

Ya en terreno despejado nos queda poco para alcanzar el collado de Erroymendi.

Los últimos 300 metros que dan acceso al collado son un muro al 16%.

En Erroymendi nuevo descanso para coger líquidos y sólidos.


En otras marchas, los avituallamientos son un suplicio. Hay empujones, caidas, nervios,etc. Aquí, como puede verse en la foto, "ante todo mucha calma".

E iniciamos de nuevo la ruta con unos metros de llano e incluso algo de descenso.

Paisaje impresionante. Un lujo pedalear por estas tierras a pesar de la dureza.


Pero el descanso dura poco y nos quedan por superar otros dos kilómetros con media superior al 10 %.

Tremendo zig-zag para alcanzar la cima.

Mucha gente "acalambrada" hace estiramientos y otros ejercicios de relajación muscular.

Altas cimas escoltan al coloso pirenaico.


Cien metros finales de subida.

Nos da tiempo a tomar una foto del espectacular trazado.

De nuevo en España. Algunos familiares han acudido a la cima a pesar del mal día. Algunos se abrazan apasionadamente como si hubiesen escapado del infierno.
Altimetría de Larrau: http://www.altimetrias.net/aspbk/verPuertoF.asp?id=2

Salida del túnel de Larrau.

Precioso descenso con asfalto en perfecto estado. Hay que darle a los pedales pero, con el viento de culo, "volamos". Se disfruta muchísimo de esta bajada.

Pero esto no acabado todavía. Nos queda por superar la última dificultad montañosa de la jornada.

El Alto de Laza no es más que una tachuela que discurre entre un tupido hayedo pero, con lo que llevamos en las piernas, se nos hace realmente duro, interminable. Vamos solos de nuevo y nos pasan dos "cohetes" a los que somos incapaces de engancharnos.

Alto de Laza. Nos queda un corto tramo de descenso, algo de llano y

alcanzamos, cuesta arriba, la meta.

Hemos penado mucho, sobre todo por el frío y el viento pero también hemos disfrutado de un recorrido excepcional en un marco también excepcional. Todo el mundo dice que ya no vuelve más pero cuando pase el "berrinche", dentro de unos días, la echaremos de menos.

Meteo: Despejado. Viento moderado a la salida y fuerte en cimas. Temperatura a la salida 10 º C.
Fecha de realización 1 de septiembre de 2012.
Época recomendada: Todas (en verano salir temprano. En invierno Larrau puede estar cerrado).
Dificultad: Hors Categorie.
Fuentes: No nos faltará agua.
Kilómetros: 143
Ruta circular: Si.
Desnivel acumulado: 3600 mts. aprox.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por el aporte me ha traido unos fantasticos recuerdos! Por cierto, yo era el de 34x28, me descojono con el comentario porque apenas cumplo los 33 :-)

    Espero que coincidamos en la próxima marcha y así poder disfrutar de un reportaje tan chulo como este, y a ver si me pillas en mejores condiciones!

    http://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=547841

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