Cabañas.

Hace dos años, también en febrero, cayó una nevada importante en la sierra. Al día siguiente el sol lucía radiante y nos lanzamos a una conquista, en condiciones severas de frío y espesor de nieve, de la cima señera de la Sierra del Pozo. Esa vez la montaña nos venció. La gran distancia recorrida sin material especifico, con la nieve que engullía la pierna entera a cada paso y sobre todo un desafortunado incidente, hicieron que volviésemos a casa derrotados pero muy satisfechos de contemplar el poderío  de la naturaleza.
En esta ocasión la nieve presenta unos espesores similares excepto en la parte alta de la ruta donde, como veremos más adelante, es impresionante. La ruta fue improvisada y salimos tarde del punto de inicio (cruce de Quesada junto al nacimiento del Guadalquivir) pues además de levantarnos tarde, encontramos un par de turismos encallados en la nieve que bloqueaban el paso.
Puede que a los montañeros más avezados la ruta les resulte anodina por ser de ida y vuelta por el mismo camino y por el hecho de discurrir en su mayor parte por pista pero creemos que, dadas las condiciones del medio, llenará de satisfacción a todo amante de la naturaleza.
Acompáñanos si lo deseas, estimado lector del blog, a disfrutar de este recorrido nival, que muestra el aspecto más estético de nuestras montañas. Quizás haya exceso de fotos, pero creemos que la ocasión lo merece.

 Hemos aparcado el coche en el cruce de El Chorro. Había rodada marcada pero estaba helada y subíamos con cadenas desde muy atrás, así que decidimos iniciar aquí la ruta.

 Paso por el nacimiento que está que se sale.

 Casa de la Cañada de las Fuentes con efímeros visitantes. Nos tememos lo peor, o sea, que estos tanques de calle nos acompañen hasta Puerto Llano.

Son las 12 h 15 min. pm y los coches dan media vuelta pero las rodadas continúan. Son de esta misma mañana pero no veremos a nadie más en lo que resta de ruta.

 Pero si que veremos muchos, muchos animales salvajes aunque este parece que está muy acostumbrado a las personas.

 Aparentemente, la ruta no representa mayor dificultad que seguir el camino que nos conducirá, sin mayores sobresaltos, hasta Puerto Llano. Además contamos con lo inestimable ayuda de las rodadas pero, según vamos ganando altitud, vamos observando que el grosor de la capa de nieve aumenta por momentos y las raquetas son unas aliadas imprescindibles para seguir avanzando.

Hemos rebasado el cruce del camino de los collados (Trabino y Angosto - Tejos) y comprobamos que hasta aquí han llegado los más osados todo-terreno. A partir de aquí, nieve polvo virgen.

 La cascada de Los Goterones.

 Casi da pena estropear este inmaculado tapiz blanco.

 Bueno, el Aguilón del Loco se muestra imperial y la cámara solo es capaz de captar solo en parte la grandiosidad de esta montaña, montaña que nos ofrecerá instantáneas aun mejores al ganar cota.

 Es casi la una del mediodía y los chuzos siguen ahí, impertérritos, sin derretirse. Están presentes hasta unos 1600 mts. de altitud, a partir de esa curva de nivel no los hay, solo nieve.

 Cada metro ganado nos ofrece una magnífica foto.

 La "tea" se mezcla con el agua para formar este chuzo ámbar.

 Calma chicha, apenas hace viento y el único sonido perceptible es el de algún que otro pájaro. Esta grandiosa soledad resulta sobrecogedora.

 ¿Donde está la pista? Según avanzamos la capa de nieve nueva es mas espesa. Sin raquetas el avance hubiese sido muy penoso.

 GR-247. Sin comentarios.

 Gilillo.

 Observesé.

 Aun queda para el Pino de las Tres Cuces y el espesor pasa del medio metro.

 Hace dos años la visibilidad era excepcionalmente buena pero hoy hay algo de bruma y las nubes crecen con rapidez. Sierra de las Villas al fondo.

 Pero hay montañas que sobresalen por encima de la mala visibilidad.

 Pino de las Tres Cruces.

Un poco más adelante, vemos vemos casi entero el cordal principal de la Sierra del Pozo.

 Foto panorámica. Desplazar la barra inferior a la derecha para ver la foto completa.

 Nuestro objetivo. ¿Conseguiremos alcanzarlo?

 Ea, pues que los animales parecen también impresionados por el nevazo y algunos se dejan fotografiar, de lejos.

Admirando nuestras montañas.

  Foto panorámica. Desplazar la barra inferior a la derecha para ver la foto completa.

 "Blanco nuclear". Dan ganas de tirarse el plancha, y podría hacerse porque la capa superficial recién caída, esta muy suelta, como algodón.

 La pista cada vez más difuminada. No toda la nieve es nueva. A unos 25 cm. de profundidad hay una costra poco consistente de nevadas anteriores.

 Solo el talud nos indica la presencia "subnival" de la pista.

 No sabemos que hito kilométrico es este.

 Pared oeste del Cabañas "frost".

"Desembarcando" en Puerto Llano.

 Nos damos la vuelta, hay que fotografiar esto.

 Aquí arranca la subida final. Por supuesto que el camino ni se adivina pero, "Indy, Henry, follow me, I know the way". Me pierdo en mi propia casa.

 Por lo llano y rectilíneo, parece que es por aquí.

 Las paredes de la montaña están plagadas de cascadas de hielo.

 Vamos bien porque topamos con el cable que corta el paso.

 No se ve mucho pero los altos picos de la Cuerda del Rayal ya asoman.

En la parte media del PR de subida  al Cabañas, la acumulación es tal que el camino es talud, un talud tal inclinado que roza el máximo admisible para nuestros pies grandes. El apoyo y buen manejo de los bastones se hace imprescindible.

 Tramo muy delicado antes  de alcanzar el nuevo mirador.

 En el mirador.

 Vista de las inhóspitas Morras de Cagasebo.

 El Picón del Guante o Picón de la Ventana (según un pastor de Tíscar).

 El viento ahora gana protagonismo pero sin molestar en exceso.

 Cima.

 Sierra de Castril.

 Aquí arriba el viento ha limpiado algunos salientes rocosos de nieve, que ha sido depositada en zonas más abrigadas.

 Rayal, gran montaña a pesar de no llegar a los 1900 mts.

 Paisaje típico de las cimas poceñas.

 El carril se ha acabado. Lo hace junto a un poste señalizador del sendero, que apenas se ve, como tampoco se ve el agujero que hay junto a él que tanto mal nos dio hace dos inviernos.

 Hay que guiarse por la vista de la caseta o por un gps (instrumento que hemos adquirido recientemente pero que todavía no sabemos manejar y se ha quedado en casa).

 La malla ganadera casi "sumergida" por completo.

 No nos gusta nada. La nubosidad se ha vuelto muy densa en breves instantes.

 Cima. No tiene buena pinta el cielo. Cae algún copo de nieve granulada. Decidimos abrigarnos, beber algo de agua, tomar alguna foto apresuradamente e iniciar el descenso. La previsión meteorológica  no anunciaba precipitación pero no debemos fiarnos. Solo la niebla, sería fatal para nuestro regreso.

 Vértice geodésico.

 Iniciamos el  descenso y, falsa alarma,  las nubes se disipan mucho, tanto

 que nos dejan ver el Embalse de La Bolera.

 Ahora solo nos queda volver al punto de partida y permite, querido seguidor o lector del blog, que nos recreemos con más imágenes tomadas durante el descenso, ahora sin apenas texto.

 Foto panorámica. Desplazar la barra inferior a la derecha para ver la foto completa.

 Foto panorámica. Desplazar la barra inferior a la derecha para ver la foto completa.
Tomada en el mismo lugar que la 1ª panorámica pero al sol de la tarde.

 Alguien nos corregirá pero, después de oír un fuerte aleteo, sale disparada una rapaz que creemos es un águila real.

Para terminar el día, puesta de sol desde el Puerto de Las Palomas con Peal de Becerro en primer plano.

Aviso importante: La actividad aquí descrita supone el asumir un riesgo importante. Es necesaria la suficiente preparación física y el conocimiento requerido para desenvolverse en terrenos nevados. El autor declina toda responsabilidad ante el uso indebido de esta información.

Meteo a la salida: Cielo despejado, viento en calma, 0º C

Tiempo empleado: 7 h. 

Fecha de realización: 24-02-2013.

Distancia (ida y vuelta): 22 kms. aprox.
Desnivel positivo: unos 750 mts.
Dificultad: alta en condiciones invernales y con nieve.
Época recomendada: Todas excepto en verano.
Fuentes: Cañada de Las Fuentes.
Equipo: Raquetas, bastones, uso eventual de material para hielo, comida y agua de sobra, abrigo, gafas de sol y protección solar.
Distancia desde Prado Maguillo hasta el inicio de la ruta: 104 km. aprox. (2 h. 20 min.).